No. Se puede uno transformar, desaparecer, enmascarar... |
pero esas primeras huellas permanecen, |
a veces encuentra la oportunidad de reaparecer, se deterioran, |
se contaminan de otras marcas... como un palimpsesto, |
una tablilla donde las marcas de nuevas escrituras sepultan las anteriores. |
Añadimos, acumulamos, sumamos... Nos enriquecemos. |
Todo esto, nos aleja de esa primera marca dada por el lugar donde nacemos. |
Pero además lo hacemos inevitablemente con otros, |
con esos otros que son ‘no yo’. |